martes, 10 de julio de 2012

LOS NIÑOS QUE APRENDIERON A PINTAR EN UN PARQUE

Este es otro de los cuentos que nos mandó hacer en los seminarios la profesora pero, este era de libre elección, con la condición de que no podía ser un cuento maravilloso. A continuación os presento mi cuento.


Esta es la historia de dos hermanos gemelos que eran inseparables e iban juntos a todos lados. Al ser gemelos sus padres le pusieron nombres muy parecidos, se llamaban Andrés y Andrea.
Todos los días Andrés y Andrea iban juntos al parque que había al lado de su casa. Los gemelos jugaban en el parque también con sus vecinos que tenían más o menos su misma edad.
Un día, cuando estaban todos los amigos jugando en el parque, se acercó un abuelito muy simpático a hablar con ellos. El abuelito se llamaba Luis y era el mejor amigo del abuelo de Andrés y Andrea.
Luis les contó a los niños que él era pintor y que su casa estaba llena de cuadros que él mismo había pintado.
Al día siguiente, Luis les trajo a los niños uno de los cuadros que había pintado al parque y les contó cómo lo había pintado.
Los niños muy emocionados le preguntaron a Luis si ellos también podrían aprender a pintar. Luis les contestó que por supuesto podían aprender y que, él sería quien les enseñarían a pintar a ellos.
Andrés, Andrea y sus amigos estaban muy ilusionados porque Luis les dijo que al día siguiente les enseñaría a pintar.
Al día siguiente, cuando llegaron al parque, se encontraron a Luis sentado en un banco y rodeado de lienzos para pintar. Los niños se ilusionaron mucho y tenían mucha prisa para aprender a pintar.
Primero, fue Luis quien empezó a pintar uno de los lienzos y les enseñó todas las técnicas para pintar.
A lo largo de los días y las semanas los niños se reunían con Luis en el parque para pintar y la gente que pasaba por alrededor se detenían a mirar lo que estaban haciendo.
Así fue como Andrés, Andrea y sus amigos aprendieron a pintar con el abuelito Luis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario